¡¿Cuentos De Verdad O Imaginación!?

El día inesperado de invierno

Aquel día de invierno, en el descampado, yo estaba jugando a hacer un muñeco de nieve y de pronto vi aquello: 
 ¡¡¡¡¡Era el muñeco!!!!!

Se movía, y hablaba. 
Su primera palabra fue: 
-¡¡¡ Hola!!!
Yo me asusté y, como no se me ocurrió nada más, me fui corriendo a casa a contárselo a mi madre. Como es típico de las personas mayores, ella no me creyó.

Así que me fui a casa de mi amiga Olivia y ella sí que me creyó.

Las dos fuimos al descampado, pero...¡¡¡El muñeco de nieve no estaba!!!

Caminamos por todo el barrio pero ni rastro de él.

De pronto vimos una bola de nieve caminando. Fuimos hacia ella pero no era el muñeco de nieve sino un niño intentando hacer una pelota de nieve muy grande.                      

Cuando ya no nos quedaban esperanzas para encontrarlo, vimos al muñeco de nieve medio derritiéndose.

Nos acercamos corriendo. De pronto las nubes se quitaron de enfrente del sol, así que el muñeco de nieve se derritió completamente.

Nos pusimos muy tristes por un lado, pero por el otro no porque siempre recordaríamos su rostro en nuestro corazón.

Angélica Badás Cimadevila 5ºA

 El diablo oculto

Era uno de mis mejores días. Estaba de vacaciones en un hotel precioso, con una gran piscina. Hacía mucho calor y, después de darme un gran baño, me vestí. Entonces fui con mi familia al comedor del hotel porque ya era hora de cenar.

Yo estaba muy hambrienta y sedienta así que pregunté:

-¿Puedo levantarme ya para escoger la comida del buffet yo sola?

- Claro que sí hija- contestó mi madre.

Recorrí pasillos donde había numerosas comidas y salsas donde elegir. Después de pensar unos instantes me decidí por: puré de patata, pollo y una salsa con muy buena pinta llamada piri-piri.

Cuando me senté a la mesa y di el primer bocado al pollo con salsa piri-piri, ¡casi me quedo sin lengua! Aquello era lo más picante del mundo. Unos segundos después grité:

-¡Me arde la lengua…!                    

Y mis padres estuvieron a punto de llamar a los bomberos para apagar el fuego de aquel diablo oculto que había en mi boca. Era curry.

Noelia Blanco Obelleiro 5º A

El gran taco

Un día de verano, estaba yo aburrido en mi puesto de tacos espaciales galácticos cuando se me ocurrió la idea de hacer, con mi gran amigo Alex, un taco espacial gigante para el concurso de puestos de comida ambulante.

Cuando estaba terminado, su aroma atrajo a un ladrón que nos lo robó. Resultó ser la infanta malvada del planeta Onix, que era donde estábamos, así que después de perseguirla y atraparla, le arrancamos el taco espacial de las manos.

Regresamos pitando al puesto de tacos espaciales, pero cuando alzamos el vuelo nos dimos cuenta de que la infanta malvada del planeta Onix estaba dentro de la nave.

Nos pidió perdón y nos dijo que lo sentía mucho, que lo hizo porque su madre era la reina malvada del planeta Onix y le había pedido algo para comer, porque tenía mucha hambre.

Adrián Fernández Fraguas 5º A

El Gran Ataque

Aquel día de invierno era el peor para nosotros, Los Gubs. Nosotros éramos altos, flexibles y de color azul, bastante valientes y un poco torpes, aunque lo que más nos gustaba era nadar.

Bueno el caso es contaros que la cosa fue a peor ya que una raza alienígena de otro planeta nos atacó. 
Solo unos pocos sobrevivimos, entre ellos estábamos Matt, Juan, Petit, Teo y yo.

Cuando nos veíamos perdidos en el planeta llegó un caballero misterioso. Él decía que se llamaba Alfa y que venía del futuro.

Matt, Juan y yo nos quedamos asombrados pero los demás no. En ese momento se escuchó una voz temblante que decía:

- ¡Yo os llevaré hasta mi guarida!- era Alfa.

Pero lo que ocurrió después era todo lo contrario a lo que aquel alienígena decía, ya que nos encerró en una jaula gigante.

Pasaron horas y horas hasta que Teo ideó un plan. Todos decidimos que era un buen plan y dimos nuestra aprobación a Teo.

Se trataba de conseguir que Alfa confiara en nosotros y demostrarle que estábamos de su parte.

Todo salió según el plan previsto y aquel alienígena sospechoso y brusco desapareció para siempre.

Nosotros buscamos un refugio, construyendo nuestra propia casa.

Nerea Ferreira Rios 5º A

La Gran Aventura

Estaba yo durmiendo en mi habitación cuando una voz grave me despertó.

Entonces vi que no estaba en mi habitación sino que estaba en un país donde aparecían todas las cosas que me encantaban.

Quien me había despertado había sido un espagueti con ropa deportiva que se llamaba Pluto.

Más abajo estaba una albóndiga que se llamaba Alana. Ellos me contaron que en el Reino de Azúcar apareció hace tiempo Demo-choco, un demonio de chocolate que encerró a la Princesa de Azúcar en las mazmorras de chocolate.

Yo acepté ir con ellos y nos adentramos en el Bosque de Algodón de Azúcar.

Era un bosque muy bonito, lleno de algodón y cosas chulísimas.

Un señor galleta navideña nos preguntó qué hacíamos allí.

Nosotros le contamos todo.                                     

El hombre galleta, que se llamaba Sixto, nos quiso acompañar. Notábamos que alguien nos estaba mirando pero seguimos andando.

Al final quien nos estaba mirando era un murciélago blanco y rojo mensajero de Demo-choco que fue a contárselo todo e inventó un plan. Seguimos andando con miedo hasta que apareció el murciélago montado en un enchufe gigante.

El enchufe agarró a Alana y la paralizó.

Nosotros seguimos corriendo hasta que llegamos al Reino.

Abrimos las puertas y de repente apareció Demo-choco.

Pluto me lanzó una espada.

Estuvimos luchando contra él hasta que a Sixto se le ocurrió una buenísima idea y el plan era:

Demo-choco es de chocolate, así que, si lo mojamos se derretirá.

Yo iré al río mientras que Pluto luchará con el demonio y Sixto irá a rescatar a la princesa.

Yo fui hasta el río y cogí el agua con el cubo, entré directamente y se la eché al demonio que explotó al instante.

Pronto vino Sixto con la Princesa y Alana y celebramos una merienda estupenda con tazas de chocolate.

Rubén Darío Pereira Rodríguez 5º A

La Caja Mágica

Os voy a contar lo que me ocurrió el pasado lunes de camino a mi colegio.

Iba andando, bueno……corriendo, pues ya había tocado el timbre, cuando vi una caja muy bonita escondida tras un árbol.

Me acerqué y muy despacito la abrí. ¡Qué desilusión…. estaba vacía!

¡Qué raro! -me dije. ¿Quién dejaría aquí tirada esta preciosa caja? –pensé.

Como ya era muy tarde, la recogí y la guardé en mi mochila.

Al acabar las clases y de vuelta a mi casa tropecé con una piedra y grité:

- ¡Ojalá esta piedra no estuviera en mi camino!

En ese momento la piedra desapareció y yo noté un gran peso en mi mochila.

La abrí, quité la caja y no os podéis ni imaginar lo que encontré dentro de ella.

Allí estaba la piedra!

Y así fue cómo descubrí que mi caja era….. una caja mágica!

Sabela Lorenzo Figueroa 5º A

¡¡La tragedia!!

Era una mañana de verano cuando me desperté y fui a desayunar. No había churros, sí, sí, churros, y le dije a mi madre:

-Mamá no hay churros.

-Pues hay que comprar.- Respondió ella.

Entonces, después de vestirme, cogimos y nos fuimos a comprarlos, pero ese día no era un día cualquiera. Era superextraño, los árboles estaban plantados en el cemento y las señales puestas en la tierra; los edificios tenían la puerta en el tejado y el tejado en la puerta. ¡Vamos un día de locos!

Cuando llegamos al supermercado tooodo estaba revuelto y cuando al fin encontramos la sección que buscábamos, los churros estaban agotados.

-¡Mamá ni que hubieran echado a correr!

-Sí, la verdad es que sí.

Y entonces nos pusimos a buscar por todos los supermercados que conocíamos y, en el último, vimos un pequeño agujero en la estantería. Yo me acerqué a verlo y en él había una caja de churros vacía. Entonces nos metimos por el agujero y había un duende que solo comía churros. Fuimos a por él y echó a correr. Cuando lo cogimos nos dijo:

- ¡Los churros son míos!

Pero de repente oí:

- ¡¡Ring, ring, ring!!                                               
Y resultó que al final todo era un sueño. 
Álvaro Durán Cortegoso 5º A 

¡Lo inesperado!

Estaba tranquilamente en mi habitación haciendo los deberes, cuando me asomé a la ventana y vi una luz algo verde que se dirigía hacia mi.

Me asusté y no paraba de gritar:

- ¡Mamá, mamá, ven!

Cerré los ojos y cuando los volví a abrir vi ¡un platillo volante!

En su interior había un extraterrestre.

-Me llamo $%&?=¿¿?- Exclamó.                                        

-Yo le contesté:

- ¿Hablas mi idioma?

Él, por respuesta, movió la cabeza de arriba a abajo.

En ese momento escuché que mi madre me llamaba. Me dirigí a la cocina donde se encontraba mi madre, hablé con ella y regresé a mis aposentos a esconder a $$%&¿¿?. Lo cubrí con mantas, lo metí en el armario y seguí haciendo los deberes hasta terminarlos. Después me puse a jugar con $%&¿¿?. Parecía un humano 100%.

Por la mañana le saludé en su escondite y me fui al colegio. Cuando volví él ya no estaba. Nerviosa empecé a buscarlo. Después de 2 horas me di por vencida.

De repente sonó el despertador:

- ¡Riiiiiiing!

Y todavía hoy en día sigo pensando a dónde fue a parar mi sueño.

Nardos María Dueñas Ramallo 5º A